jueves, 7 de febrero de 2008

11- Del poder del odio mediatizado













Recuerdo cuando mi hermana me dijo:
“ah, me da rabia que la gente se
tome fotos sonriendo con la marcha

de fondo, como diciendo ‘acá estoy’.
¿Qué creen, que por eso son más intelectuales?”.
(Yo pelé el diente) Crédito: www.flickr.com martigar




No creo que la marcha del 6 de marzo para rendir homenaje a las víctimas del paramilitarismo tenga el mismo “éxito” de la marcha del pasado 4 de febrero.
Éxito… no creo que esa sea la palabra más adecuada para una marcha de esta clase.
Nada que esté relacionado con crímenes y violencia, secuestro y grupos ilegales podrá tener éxito.
Recuerdo cuando mi hermana me dijo: “ah, me da rabia que la gente se tome fotos sonriendo con la marcha de fondo, como diciendo ‘acá estoy’. ¿Qué creen, que por eso son más intelectuales?”.
(Yo pelé el diente)
Tiene razón, esa marcha del 4 de febrero no era para estar pelando el diente ante el lente, esa marcha no se puede catalogar de exitosa. No, fue numerosa, solidaria…
Volviendo al tema, la marcha del 6 de marzo no será tan numerosa. ¿Por qué? Creo que son varias las razones.
Por un lado, la gente de este país, la gente pudiente de este país (y otros no tan pudientes), de una u otra manera apoya a los paras, tanto así que muchos llegaron a altos puestos en el Gobierno. Se puede decir, incluso, que muchos colombianos se sienten identificados con su causa: desmantelar a la guerrilla, ya sea por sentido común o porque tienen familiares, amigos o conocidos secuestrados.
Muchos de los paramilitares se enfilaron por eso, porque la guerrilla había matado o privado de su libertad a parientes cercanos.
Por otro lado, aunque en Colombia hay más de tres mil secuestrados y menos de la mitad –700– están en poder de las Farc, es este grupo armado el que se muestra ante todos nosotros como los grandes “maestros” de quitarles la libertad a muchos, de encadenarlos, de ponerlos a caminar largos trayectos, a pesar de la débil salud que puedan llegar a tener. Y ni hablar del concepto de “canjeables” o de matarlos cuando intentan escapar.
Creo que todos tienen presente la escuálida figura de Betancourt, el “bulto” en la garganta de Jara y las cartas de Mendieta y de Gechem donde cuentan sus terribles experiencias en la jungla. Esta sobre exposición de la realidad de los secuestrados de las FARC ha hecho que se les odie y se les tilde de cretinos.
Ni para qué profundizar en el poder de llamar la atención que ha tenido Chávez al hablar mal e insultar a Uribe… como ya dije, lo llevó al 81 por ciento de popularidad.
Que el presidente venezolano se comporte como un adolescente, peleando y llamando mafioso a su par colombiano y, encima, afirme que el grupo armado más viejo del mundo y más detestado en Colombia tiene un proyecto político válido, no hizo más que llevarnos a muchos a marchar, empujados por la pasión de contrastes que llevamos dentro… o amamos u odiamos.
Estas cosas recientes hicieron que muchos se lanzaran a las calles a gritar “no más”.
El país no tiene memoria.
Los paras han acabado con pueblos enteros, descuartizaron gente viva, mataron a hijos en frente de sus padres y viceversa, luego les abrían el tórax, les sacaban las tripas y los tiraban a los ríos. Hace rato leí una frase que no se me olvida: si secaran el río Cauca o el Magdalena tendríamos, por mucho, el cementerio más grande de Colombia.
Los paras mataron gente inocente porque, supuestamente, eran guerrilleros. Los paras ahora tienen una cantidad de indulgencias porque confesaron la cantidad de cosas horrorosas que hicieron a miles de familias.
Esta marcha no tendrá publicidad en los medios… y ya he hablado del inmenso poder de ellos.
No creo que los colegios distritales tengan el día libre para caminar, no creo que los empresarios y los ministros salgan a decir “no a las autodefensas” como sí dijeron “no a las Farc”. Da rabia, porque deberíamos salir de nuevo a las calles para demostrarles a todos, una vez más, que acá estamos en contra de TODA LA VIOLENCIA, no sólo de la mediatizada.

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